Hay que ver como a veces pasan cosas en la vida que son metáforas de nuestro propio yo, matearilizadas...
O será que yo le sacó algo a todo...
Hoy viajaba en tren... y llevaba una bolsa de papel con muchas cosas dentro.
He ido recopilando tanto tanto allá donde he ido que al final casi no me cabía.
Pensé que aguantaría.
Es más:
Nunca llegué a pensar q podía romperse.
Eso ha pasado...al bajar del tren...la bolsa se ha roto...y todas mis cosas han salido disparadas por todo el andén...
Nadie se ha parado ha ayudarme.
Tampoco quería ayuda.
Simplemente me ha molestado que lo pisaran todo.
Era como si yo no estuviera allí. Ni mis cosas tampoco.
Sólo me lo han confirmado las risas.
Sin levantar la mirada he ido haciendo una montaña sobre mis brazos. Cosa a cosa. Una torre de Babel. He caminado con pasitos lentitos, para que no se desmoronase de nuevo y la gente me lo pisara otra vez, hasta una tienda de la estación donde he pedido una bolsa.
La chica que atendía me ha mirado como si estuviera loca. Y sí. Lo estoy. Le he hecho cara de ida aposta.
Así tendría algo que contar hoy cenando.
Pues bien.
Es una metáfora clara.
Yo lo veo.
Lo he sentido al recoger cada cosita de ese frío y sucio suelo.
Pongo demasiado en las bolsas. En la gente.
Nunca creo ni pienso que es suficiente.
Más y más.
Y al final la bolsa se rompe.
Y no te lo esperas.
Cómo me han roto el corazón tantas personas a lo largo de mi vida.
Pongo y digo y hago y siento...
Y la bolsa ajena se rompe al final...
No puede soportar el peso.
Se rompe y mis sentimientos se esparcen en la nada.
Y nadie lo ve.
O sí.
¿Pero quién puede ayudarme?
Sólo yo.
Tengo que ponerme en pie de nuevo.
Recoger mis fuerzas y mis ganas de amar
y despacio]
Ponerlo todo de nuevo en orden.
Y buscar una bolsa nueva. Más fuerte cada vez.
Que aguante ese peso, un tiempo al menos.
Y siempre...pase lo que pase...
sonreír por estar loca: shhhhh sólo yo veo esas hormigas...
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