¿Hay alguien ahí?


* * *

Dicen que las despedidas no son agradables...

Yo creo en las despedidas...

He trabajado en estaciones de tren y se que lo que son...

La lágrima que más escuece brota en una despedida...
Y el abrazo más sincero...
La frase que te ha estado rondando meses en la cabeza sale a borbotones en el último segundo...
El beso más limpio, queriendo dejar marca en el alma de la otra persona, nace de tus entrañas.
Las miradas más desconsoladas, insondables y desconocidas cruzan casi como rayos visibles.
Miradas que no se han compartido en toda una vida...

Las despedidas sacan la parte más pura de los sentimientos...porque ya no hay vuelta atrás.
La otra persona se va. Te entra el pánico. Y entonces hablas, besas, abrazas y miras como si no fueras tu. Porque se va. Y ya nada puede remediarlo...
O sí.

Siempre hay un sí.

Por eso creo en las despedidas. Porque son un trampolín para saltar al vacío con más impulso y decir las verdades como puños. Verdades que duelan. Verdades que enternezcan. Verdades que tatúen corazones ensangrentados en el pecho. Verdades que maten. Porque la verdad no existe más que en los momentos de tensión. El resto es esquivo, huidizo...o teatro.

Yo me despido. De ti.
Entristecida por despedirme sin saber ni siquiera de qué. Pero lo hago. Porque así doy sentido. O eso creo.
El final existe porque hubo un principio.

No creo en los FlashBack.
Las líneas de tiempo deben ser lineales. Aunque eso no quite que ouedan ir aceleradas, relentizadas o en decrecento.
Estuve tan contenta que prefiero acabar sin haber empezado.
Estuve tan contenta que creí en ti. E inherentemente, en mí.
Por un momento. Me hiciste creer en mí.
Así que gracias.
Siempre seguiré aquí. Allí. Pero de otra manera.
Abrazos, besos y miradas sin andén.

[Y se feliz...jo
Que tu sí crees en los flashback y eso no es bueno.
Veo en ti demasiada fuerza no dirigida.
Dirígela!
Y olvida!]


***LK***

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